Israel tenía una vida fantastica.
Surfer profesional, se enamoró de la que actualmente es su mujer…todo era color de rosas.
Tuvo hijos.
Uno con Autismo.
Su vida de superación, no frenó con esta situación.
Y descubrió en el surf la forma de que su hijo conecte con el disfrute.
Lo que sirvió para su hijo, lo replicó a una actividad gratuita que otras personas, también con autismo, pueden disfrutar
Con ustedes…Izzy!
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