Falleció a los 17 años el 10 de Enero del 2014.
Sam Berns se sentía afortunado con los padres que le habían tocado en la lotería. Ciertamente lo era. Se dedicaron los últimos 15 años de su vida a buscar un tratamiento que mantuviera a Sam con vida más allá de la adolescencia. Había nacido con una enfermedad congénita, progeria, que le hacía envejecer a pasos agigantados a pesar de su minúscula estatura.
Los padres de Sam Berns, ambos pediatras, crearon la Progeria Research Foundation.
«No me mostré ante ustedes para que se compadezcan de mí.
Lo que quiero es que me conozcan. Esta es mi vida».
Cual es su filosofía?
Estar bien con lo que uno no hace, ya que hay tantas cosas que podemos hacer…
Rodearse de gente que querés que esté a tu alrededor.
Ir hacia adelante.
Nunca te pierdas una fiesta, sobre todo, si podés ayudar
No gastar energía sintiendose mal.
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