«La sombra no forma parte de la imagen conciente que tenemos de nosotros mismos, se oculta en los umbrales de lo inconciente y actúa en forma indirecta, por eso debemos aprender a verla cuando aparece e iniciar con ella un contacto más fluido que nos permita conocernos a nosotros mismos.
También, en el marco social, la sombra se filtra en la discriminación, la marginación y la violencia colectiva. Por ejemplo, si tomamos la situación de los países latinoamericanos y africanos respecto del mundo anglosajón, observamos que prevalece la desnutrición, el analfabetismo y la violencia, quizás porque no son otra cosa que la sombra de los ex colonizadores, que dejaron las máscaras en sus lugares de origen y explotaron la sombra en los países colonizados.
El mundo compensa pero en un solo sentido, si cada país atravesara su propia sombra y la integrara, no necesitaría depositar la basura fuera de su hogar».
Veamos una analogía gráfica.
Que le genera el reconocer la sombra a un niño que todavía no sabe lo que es la sombra?.
Como reaccionamos nosotros ante lo que desconocemos o no hacemos el intento y esfuerzo por reconocer?
La sombra del niño, es el inconciente que el adulto debe explorar, aceptar y transformar.
Texto: Por el Lic. Sergio Herchcovichz de un trabajo presentado en el Congreso Latinoamericano de Psicología Junguiana, «Congresso Rio 2000» (Brasil)
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