Cayden Long tiene 7 años y tiene parálisis cerebral.
No puede caminar.
Sin embargo, él compite en triatlones con la ayuda de su hermano de Conner que tiene 9 años.
A Conner sólo le dolía no poder practicar deporte junto a su hermano hasta que un día el destino le dio una oportunidad.
En la primavera de 2011, Jenny leía en la revista Sumner Parent un artículo sobre el Triatlón The Kids Nashville. Los ojos de Conner se iluminaron al ver a niños como él en el agua, encima de una bici y en plena carrera. “¿Puedo participar con Cayden?”, preguntó a su madre. El corazón de Jenny dio un vuelco. “Nunca le quieres decir que no a tu hijo, no supe qué contestar”, recuerda.
Ahí fue cuando apareció Mandy Gildersleeve, un entrenador de triatlón juvenil de Florida, que les explicó de qué manera podían llevar adelante esa iniciativa. Primero pensaron en un bote inflable que le permitiera a Conner trasladar a su hermano mientras competía en el agua, luego tenía que manejar su bici con un carro detrás en el que iba Cayden, y por último Conner tuvo que empujar el mismo carro, adaptado, en este caso, para que pueda llevar a Cayden mientras corría.
La prestigiosa revista Sports Illustrated los ha elegido porque “son una inspiración para la sociedad, han demostrado que los niños con algún problema pueden disfrutar de las mismas actividades que los demás”.
La familia de los dos hermanos va a crear una fundación sin ánimo de lucro para conseguir que más niños disfruten de esta experiencia como hacen sus hijos.
“Muchas personas les dicen que han comenzado a hacer deporte tras conocer su historia y les dan las gracias porque han conseguido que gente que no se planteaba el deporte ya lo hacen”
«Mis hijos han demostrado que si se quiere, se puede»
Su gran objetivo es, cuando la edad se lo permita, competir en el Ironman de Hawai. “Pero no sin mi hermano”, recalca Cayden.
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